John
Dewey fue un
filósofo, pedagogo y psicólogo estadounidense, nacido en Burlington (Vermont) el
20 de octubre de 1859. Y murió en Nueva York, el 1 de junio de 1952.
En 1879 fue Graduado en Artes en la Universidad de Vermont, se doctoró en Filosofía en la Universidad de John Hopkins en
1884. Inició su carrera en la Universidad de Michigan, donde enseña entre los
años 1884 y 1888. Posteriormente fue profesor en las universidades de
Minnesota, Chicago y Columbia desde 1904 hasta su jubilación como profesor en
el año 1931.

Concibió la escuela como un espacio de producción y reflexión de experiencias relevantes de vida
social que permite el desarrollo de una ciudadanía plena. Sostenía que lo
ofrecido por el sistema educativo de su época no proporcionaba a los ciudadanos
una preparación adecuada para la vida en una sociedad democrática.
El método experimental de su
pedagogía se basa en la educación de la destreza individual, de la iniciativa y del espíritu de empresa en detrimento de la adquisición de
conocimientos científicos. Sus escritos influyeron en los profundos cambios
experimentados en la pedagogía de Estados Unidos en los inicios del siglo XX.
Su planteamiento lógico y
filosófico era de cambio permanente, adaptándose a las necesidades y a las
circunstancias. En el ámbito filosófico, hemos de situar a Dewey dentro del pragmatismo.
Desde el punto de vista epistemológico, Dewey considera que
los conceptos en los que se formularon las creencias son construcciones humanas
provisionales. Dewey critica el enfoque clásico sobre el conocimiento. El concepto principal relacionado con la teoría del conocimiento es "experiencia".
La escuela, para Dewey, se concibe como
reconstrucción del orden social, el educador es un guía y orientador de los
alumnos.
En el apartado de
metodología, podemos decir que pretendía formular sobre nuevas bases una
propuesta pedagógica en oposición a la escuela tradicional y antigua. Pensaba
que la nueva educación tenía que superar a la tradición no sólo en los
fundamentos del discurso, sino también en la propia práctica.
Dewey distingue entre un
método general y otro individual. El primero supone una acción inteligente
dirigida por fines, en cambio, el método individual se refiere a la actuación
singular de educador y educando.
La propuesta metodológica
de Dewey consta de 5 fases:
1.
Consideración de alguna experiencia actual y real del
niño.
2.
Identificación de algún problema o dificultad
suscitados a partir de esa experiencia.
3.
Inspección de datos disponibles, así como búsqueda de
soluciones viables.
4.
Formulación de la hipótesis de solución.
5.
Comprobación de la hipótesis por la acción.
Dewey mostró un sentido
práctico para planificar y desarrollar un currículum integrado de las
ocupaciones (actividades funciones ligadas al medio del niño), incluyendo previsiones
de desarrollo del programa en ciclos temporales cortos.
Una inspección cuidadosa de
los métodos que han sido permanentemente exitosos en la educación formal
revelará que su eficiencia depende del hecho que ellos vuelven a la situación
que causa la reflexión fuera del colegio en la vida ordinaria. Dan a los
alumnos algo que hacer, no algo que aprender; y si el hacer es de tal
naturaleza que demanda el pensar o la toma de conciencia de las conexiones; el
aprendizaje es un resultado natural.
En palabras del catedrático de Historia Robert B.
Westbrook, Dewey fue “el filósofo estadounidense más importante de la primera
mitad del siglo XX” y fue, junto con Charles Sanders Peirce y William James,
uno de los fundadores de la filosofía del pragmatismo.
Durante la primera mitad del siglo XX, fue la figura
más representativa de la pedagogía progresista en Estados Unidos. Aunque se le
conoce mejor por sus escritos sobre educación, Dewey también escribió
influyentes tratados sobre arte, lógica, ética y democracia.
John Dewey es considerado
como el verdadero creador de la escuela activa y fue uno de los primeros
autores en señalar que la educación es un proceso interactivo.
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